La inversión en los aeropuertos de todo el país era casi nula. La tecnología aeroportuaria había quedado obsoleta con radares de entre 35 y 46 años de antigüedad, la infraestructura también era deficiente: tenía una enorme falta de inversión en las pistas de aterrizaje, y las terminales habían quedado chicas y obsoletas.
En 4 años, transformamos los aeropuertos de todo el país, invirtiendo en infraestructura y equipamiento para acompañar el crecimiento del sector.